Chelsea 6 - 1 QPR

La ocasión perfecta

Tras el festín de goles en Stamford Bridge, podríamos quedarnos -y con razón- con el hat-trick de Fernando Torres, la mejor versión Juan Mata, la reconciliación con el gol de Daniel Sturridge, la progresiva mejoría de Ashley Cole o, por circunstancias, con el meritorio partido de José Bosingwa desenvolviéndose como central. Ciertamente, sin complicarnos, podríamos quedarnos con la buena imagen del equipo en general. Sería injusto, sin embargo, pasar por alto una de las imágenes del encuentro. Un detalle. Algo fuera de lo deportivo, como casi todo lo que rodea a John Terry cuando todas las miradas se posan sobre él. Otra semana difícil, otra de tantas en el punto de mira. Y, necesario o no, llegó la ocasión perfecta para pedir perdón.  

Barcelona 2 (2) - (3) 2 Chelsea

Liberación

Se pueden extraer muchos momentos del partido de ayer en el Camp Nou. Muchos detalles, por ínfimos que fueran. Muy difícil quedarse con un punto en concreto, muy complicado analizar y asimilar todo en poco tiempo. Enorme cantidad de prismas, de puntos de vista, de opiniones. Sin embargo, una palabra flotaba en el ambiente tras el pitido final: liberación. Liberación por haber conseguido el objetivo contra todo pronóstico, por haber vuelto a dar una lección frente a la adversidad casi absoluta. Liberación para todos, en especial para ti, Fernando.  

"Para los jugadores que estaban aquí hace años esto ha sido una forma de desquitarse"

Fernando Torres

Arsenal 0 - 0 Chelsea

Cuestión de postes

Curioso cómo los postes llevan dos encuentros seguidos aliándose con el Chelsea, cómo se han convertido en los más fieles escuderos de Petr Cech, cómo se han transformado en el quinto defensa de la zaga blue. Alexis y Pedro ya lo vivieron en Stamford Bridge el miércoles; en el Emirates, primero Robin Van Persie y más tarde Laurent Koscielny. Cuando la defensa baja la guardia, ahí están; cuando el guardameta no llega, ahí están; cuando parece que es imposible evitar el gol, ahí están. Suerte o desacierto del rival, la madera también juega.

Chelsea 1 - 0 Barcelona

Diez segundos

Didier Drogba, auténtico quebradero de cabeza para los de Pep Guardiola

No ocurrió. Nos quedamos sin protagonista inesperado. En lugar del factor sorpresa, apareció alguien familiar, alguien que no suele fallar a su cita con el gol cuando tiene ocasión de pisar territorio comprometido. No puede haber concesiones, descuidos, no se le puede dar medio metro, no perdona, no hace prisioneros. Didier Drogba desquició hasta la desesperación. Aparecía, luchaba, caía, irritaba. Lo amas estando en tu equipo, lo odias teniéndolo de rival. Jamás hay indiferencia a la hora medir lo que supone que el marfileño pise el césped. Bastó una ocasión clara del Chelsea para ver el balón dentro de las redes. El plan de Di Matteo se representaba en su máxima expresión, con su máxima efectividad, al límite de la primera mitad. Fallo del rival y salida rápida. Diez segundos. Un lapso de tiempo insignificante en nuestro día a día, todo un mundo en el fútbol.

Protagonistas inesperados

Michael Essien celebra el último gol que, hasta ahora, lleva el Chelsea ante el Barcelona

En ocasiones, en los partidos más importantes, en las grandes citas, en los momentos clave, aparece alguien a quien no esperas -debates, polémicas y discusiones arbitrales aparte-. Michael Essien fue ese alguien allá por mayo de 2009, clasificando con su enorme gol al Chelsea para la final de la Champions League durante 81 minutos. El también soberbio tanto de Andrés Iniesta esfumó las opciones de que los Blues pudieran pisar el Olímpico de Roma en el último suspiro, pero los de Fulham Road estuvieron ahí, a un paso, tan cerca de disputar su segunda final consecutiva de la máxima competición continental. Essien continúa siendo el último futbolista que marcó un gol en unas semifinales europeas para el Chelsea, el último futbolista que consiguió hacerle un gol en Stamford Bridge al Barcelona. Quién sabe si esta noche volveremos a tener algún protagonista inesperado.

Tottenham 1 - 5 Chelsea

La tecnología espera

Juan Mata celebra el 0-2, gol clave para el devenir del encuentro

Difícil esperar que en un partido en el que se han anotado seis goles asome la cabeza, por encima de todo, la polémica. Lo complicado, la tesitura en la que nadie se quiere ver envuelto, volvió a ocurrir ayer en Wembley. ¿Cómo es posible que Martin Atkinson -con asistente incluido- pueda pitar una acción cuando el campo de visión es nulo? Bien es verdad que alguna que otra imagen ofrece dudas sobre la validez o no del gol, pero es imposible que el colegiado viese nada claro para tomar tan ardua decisión, seguramente consciente de las consecuencias en las que puede derivar. Para bien o para mal, con dudas o sin ellas, dicha decisión se tomó. Juan Mata contribuyó al ¿engaño? con creces, celebrando el gol inmediatamente, de forma efusiva, con aires de victoria anticipada. Los Spurs no supieron reaccionar con toda la claridad que se les exigía. El Chelsea está en la final de la FA Cup. Wembley espera el regreso de Reds y Blues el 5 de mayo. La tecnología en el fútbol, también. 

Revancha en Wembley

El inminente enfrentamiento en semifinales de la FA Cup contra el Tottenham hace que, concretamente, dos partidos se aparezcan y marquen el próximo choque con una señal de revancha para el Chelsea. Una revancha particular, de conseguir sobreponerse a uno de tus máximos rivales en un escenario donde todavía no lo has conseguido.

Dos veces se han enfrentado Chelsea y Tottenham en Wembley. Dos veces en las que los del oeste de Londres han caído a manos de los Spurs. Fueron derrotas dolorosas, fueron dos finales. La primera en 1967, final de la FA Cup, primera vez que los Blues pisaban el emblemático estadio nada menos que cuarenta y cuatro años después de su apertura -28 de abril de 1923-. La segunda hace más bien poco, final de la League Cup -Carling Cup- en 2008. Choques en los que el Tottenham fue superior a su rival y mereció marcharse alzando el trofeo de campeón.

Final FA Cup 1967

De 1967 nos quedan increíbles documentos de un partido que el Tottenham, capitaneado por Dave Mackay y en el que militaban los ex Chelsea Terry Venables y Jimmy Greaves, se llevó por 2-1. Apenas valió el gol del mítico Bobby Tambling -máximo goleador del equipo aquel año- en los últimos minutos para maquillar un resultado que daría a los Spurs su quinta FA Cup -su primera y única ante los Blues-. Los pupilos de Tommy Docherty habían conseguido apear a Huddersfield Town, Brighton & Hove Albion, los dos Sheffield -United y Wednesday- y Leeds United. Dejarían, sin embargo, escapar en la prueba final la última oportunidad de salvar una temporada gris, tras perder al letal símbolo del equipo Peter Osgood por su rotura de pierna y acabar novenos en liga.

Final Carling Cup 2008

Los recuerdos de 2008 nos llegan más frescos. Caracterizada por ser la primera final de la Carling Cup que se disputaría en el nuevo Wembley desde su levantamiento, el Chelsea llegaba como vigente campeón tras haber derrotado al Arsenal el año anterior en el Millenium Stadium de Cardiff -encuentro marcado, entre otros aspectos, por el terrible knock out de John Terry-. Un gran tiro libre de Didier Drogba no impidió que Berbatov de penalti y Woodgate en el tiempo extra dieran al Tottenham su cuarto trofeo. No se pudo conseguir el doblete de copas cosechado la temporada anterior, pero se mantuvo en liga un meritorio segundo puesto y se llegó a la final de la Champions League, perdiendo a penaltis contra el Manchester United.

Ahora mismo, ambos viven los momentos claves de una temporada marcada por la decepción. El Tottenham atraviesa su peor racha en lo que va de periodo. Los Spurs siguen luchando incluso por la tercera plaza, pero sienten cada vez más cerca el aliento de un Newcastle en estado de gracia y no pueden quitarse de encima a un Chelsea que aguanta el tirón y sigue aferrándose a sus posibilidades partido a partido. El mismo Chelsea que sigue vivo en Europa, donde intentará batir al todopoderoso Barça, y que aún mantiene vivas sus esperanzas de acabar entre los cuatro primeros clasificados de la Premier League. Las claves del mes de abril, que marcarán con toda seguridad el devenir del resto de la presente campaña, comienzan el domingo en Wembley.

Fulham 1 - 1 Chelsea

La justicia de Dempsey

Era difícil superar el mal partido del fin de semana contra el Wigan, pero en Craven Cottage se consiguió. Algunas rotaciones para dar descanso, en vista de lo que viene en las próximas semanas, pasaron factura en cierto modo. Equipo sin ideas, sin circulación de balón, impreciso, espeso, por momentos acorralado por un Fulham crecido al que nunca se le negó la posibilidad de poder llevarse los tres puntos, de dejar de insistir sobre la puerta contraria.

Clint Dempsey hacía el merecido empate para el Fulham

Acabó llegando la bofetada, empañando el tanto que permitió entrar a Frank Lampard una vez más en la historia -gol ciento cincuenta en Premier League-, agotando las probabilidades de que el Chelsea volviera a casa, a tan solo unas manzanas de distancia, con el objetivo cumplido, con la Champions League más cerca. La remontada fue imposible, porque desde el primer minuto no hubo medios para ello, porque no hubo empuje para sobreponerse al mazazo final ni para negar a los Cottagers lo que se merecían. Porque Dempsey hizo justicia.

Chelsea 2 - 1 Wigan

Tocados por Di Matteo

No son pocos los que piensan que el partido de ayer contra el Wigan no se hubiese remontado con Villas-Boas sentado en el banquillo. Mucho menos en el descuento, tras recibir un golazo de Mohamad Diamé en los últimos diez minutos. Es como si Roberto Di Matteo hubiese inmunizado de desgracias a este equipo. Como si no importase nada más que saber que no vas a acabar dejando escapar la última oportunidad.

Juan Mata salvaba al Chelsea en el descuento

Y apareció él. Ausente desde el pitido de inicio. Gris, como el resto de sus compañeros. Pero ahí estaba, en el momento y lugar adecuados para empujar un balón repelido por el poste y dar al Chelsea su octava victoria en diez partidos. Devolviendo a Stamford Bridge la esperanza de seguir peleando por Europa. De creer que se puede lograr. Como si tuvieran la certeza de que no iban a perder. Como si estuviesen tocados por Di Matteo.

Chelsea 2 - 1 Benfica

Saber competir

El Chelsea alcanza por sexta vez las semifinales de la Liga de Campeones y muchos se preguntan cómo. El Benfica fue superior en ambos partidos, afirman muchos. Siendo "inferior", al Chelsea se le ha concedido en cuartos de final lo que a muchos se les niega injustamente: el gol. La justicia más certera del mundo del fútbol. Que el balón acaricie las redes es el único pasaporte que permite disfrutar de la gloria.

Raúl Meireles aseguraba el pase a semifinales

Y es que cuando compites al máximo nivel, cuando quieres llegar a ese fin último, cuando quieres ver la pelota rebasando la línea, cuando quieres tocar el éxito y medirte a los mejores, hay que tener en cuenta muchos factores. Factores que pueden ir a tu favor, que pueden ir en tu contra. Cuando compites al máximo nivel hay que saber manejar esos factores y utilizarlos para dañar al contrario. Cuando compites al máximo nivel hay que saber luchar contra tus limitaciones hasta el último segundo. Para competir hay que saber, y cuando compites al máximo nivel solo hay un objetivo: ganar.

El fútbol es de Mata

Ya lo dijo Glenn Hoddle, y Juan Mata ha llevado su frase a la máxima expresión en menos de una temporada en el Chelsea. El español se ha erigido como la figura referente en el juego del equipo Blue, conformándose la zona central como hábitat idóneo para desarrollar su mejor fútbol. 

Juan Mata se ha convertido en una pieza clave para el Chelsea

Juanín ha repartido trece asistencias en todas las competiciones -líder del equipo en esta faceta-, conformándose además como el cuarto centrocampista con mejor porcentaje de pases (86'6%), únicamente por detrás de Oriol Romeu (92'4%), John Obi Mikel (91'3%) y Michael Essien (89,8%); todos ellos medios de corte defensivo que, por consiguiente, arriesgan menos en el reparto de balones y, además, cuentan con una carga mucho menor de minutos a sus espaldas. El fútbol es de Mata, y Mata ofrece diamantes.

"Para mí la pelota era como un diamante y un diamante no te lo quitas de encima: lo ofreces"

Glenn Hoddle